martes, 6 de agosto de 2013

La Iglesia y el luto

El laicismo equipara a la Iglesia católica con Bernarda Alba, lo que confiere a Jesucristo el papel de Pepe, El Romano. La Iglesia como imagen del luto, de la  toca y de las ventanas cercadas por postigos carceleros que impiden la entrada de la luz progresista a España. Una España en la que las mujeres se ahorcan, no por amor ni por despecho, sino porque les riñe la mamá grande.
Las muchachas de Serrat, que son las de Lorca pero con jersey de punto, ya no esperan ocultas tras los visillos a ese hombre joven, de lo que deduce el progresismo que la igualdad no ha entrado en los conventos, pues las monjas siguen sin poder dar misa. La progresía estaría encantada con  la presencia de hermanas contestatarias. Es el problema de equiparar el voto de silencio al voto en blanco.

2 comentarios:

  1. He conocido a más de una sor capaz de dar sopas con honda a muchos señores,tanto en formación como en virtudes;pero claro,eso de hacer votos,entrega,oración etc es una "pérdida" de tiempo para algunos sujetos. que las preferirían quizá en otros menesteres.
    Valoro con total respeto la vida religiosa,sea femenina o masculina(la he vivido personalmente)porque no es tan fácil la entrega al Señor como la pintan...
    Un abrazo,Javier.

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  2. Como amante de las mujeres espero con ansias la teología de la mujer que ha comentado el Papa. A muchos hombres les falta entender que la mujer, desde su propia realidad, también es hija de Dios, y co-heredera del Reino.

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