martes, 13 de agosto de 2013

Francisco al aparato

El Papa ha llamado por teléfono a Michele Ferre, un hombre que le es escribió en junio, tras perder la fe por el asesinato de su hermano, Andrea, a manos de un empleado que era casi como un hijo para la víctima. El dolor no es buen punto de partida para sacar conclusiones. Reprochar a Dios el suceso es como reprochar a John Wayne que llegue al rancho un fotograma después que el malo lo haya quemado.
La conversación no ha trascendido, pero es posible que Francisco le dijera a Michele que Dios no tiene nada que ver en este asunto y que en la vida eterna no hay garbanzos negros, así que Andrea puede estar tranquilo. No se sabe si Michele retornará a la fe, pero ya ha escrito en las redes sociales que la conversación ha sido un momento único. Como todos los que origina este Papa. Con Francisco uno cree factible que si le pide el número de móvil en la audiencia de los miércoles se lo va a dar o que si llama directamente a El Vaticano será él mismo quien descolgará el fijo.

2 comentarios:

  1. Ante el dolor es humano sentir que todo el mundo es culpable de ese dolor. Pido por ese hombre y espero que las palabras del Papa Francisco le den consuelo.
    La compasión es una palabra que ahora está en desuso pero que tiene sentido a la luz de la fe.
    Un abrazo,Javier.

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  2. Francisco le ha consolado. Eso seguro. Un abrazo.

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