miércoles, 7 de agosto de 2013

Jesús y Sanitas

Jesús no pregunta al leproso si paga las mensualidades a Sanitas ni prohíbe que escuchen el sermón de la montaña los que no sean socios del club de campo. Su mensaje de salvación está dirigido al que trata al dinero de tú y al que no tiene el gusto de conocerlo. Al fin y al cabo las tres cosas que hay en la vida también se cierran en dos, pues por los milagros sabemos que Dios es salud y por la Iglesia que la pobreza ajena es una enfermedad que tiene cura.
Pero la Iglesia, lo acaba de decir el Papa, no es una organización no gubernamental ni Cristo, primer valedor de los niños, el precursor de la Unicef. La fe es la dinamita del bien con el que el católico mueve montañas cuando recorre el mundo. Un misionero no es un voluntario por la misma razón que el pasaje de la zarza ardiente no tiene relación con el anuncio de las catalíticas que calientan, pero no queman.

1 comentario:

  1. Sí,es algo que ya logró sacar de quicio al Sanedrín,a los poderosos y ahora saca de sus casillas a todos aquellos que no son capaces de reconocer al Señor en sus palabras.
    Nosotros también caemos,amigo Javier(yo,al menos)aunque levantamos la cabeza y pedimos perdón porque reconocemos su mirada.
    Un abrazo.

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