miércoles, 14 de agosto de 2013

La agenda del Papa

La agenda del Papa Francisco no es la de Robinson Crusoe, pero aún así saca tiempo para estar con los fieles de base. Lo mismo visita sin previo aviso a los obreros vaticanos que sale al paso de los peregrinos con la alegría con que lo haría una fuente. En la misma semana ha saludado a los carpinteros de su estado y ha departido con un grupo de devotos que entraban a orar ante la tumba de Pablo VI, precursor de Suárez por el sabio modo con que condujo el timón de la Iglesia durante la convulsa transición eclesial.
Al igual que con sus charlas fuera de protocolo no pretende hacer proselitismo, sino reforzar la amistad del hombre con Dios, las visitas sorpresa de Francisco tampoco son de trabajo. No son las del amo de la fábrica que quiere saber si todo está en regla cuando él está en Pamplona. El Papa no ha visitado a los carpinteros con la intención de comprobar si había escaqueo en la sala de tablas de El Vaticano, al igual que si visitara Sevilla no intentaría saber si los seises, en vez de bailar al compás, aprenden a jugar al cinquillo.

2 comentarios:

  1. He "conocido" a siete Papas(desde Pío XII a Francisco),cada uno distinto,cada uno con su carisma personal y su impronta y estoy convencido que el Papa Francisco,cuando entregue su alma al Padre,habrá dejado su huella.
    Un abrazo,Javier.

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  2. Por la que habrán de pisar los que lleguen. Un abrazo.

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