sábado, 17 de agosto de 2013

El dominó de los golfos

La periferia, aunque sea el lugar donde el hombre juega a los dados, el dominó de los golfos, es el mejor enclave para evangelizar. Es casi seguro que las ovejas descarriadas no pasan unos días con el chivo expiatorio en Punta Cana ni se citan con la cabra loca en la playa de La Concha para el aperitivo. Es más lógico encontrarlas en las esquinas del mundo, dándole conversación al lobo, lo que llena de sentido la propuesta del Papa Francisco de priorizar el extrarradio sobre el casco urbano, el trastero sobre el salón. Al fin y al cabo, en los desvanes hay más vida que en las terrazas.
El Papa no pretende así frenar la expansión laicista, sino evitar que la periferia sea un latifundio del vacío, tierra de nadie. El extrarradio, contra lo que se cree, está menos vinculado al laicismo que al desengaño, que es una mujer poco agraciada sin ramito de violetas. Mándale un par de rosas y la harás princesa. No tienes porqué llamarla guapa. De igual modo, Francisco, sin engañar a nadie, propone a la periferia el Evangelio como compañero de fatigas para que en el camino en vez de sangre, sudor y lágrimas, encuentre alma, corazón y vida.

1 comentario:

  1. El Evangelio es un abrazo sincero del Señor donde cabe la señora guapa,la anciana,el enfermo y hasta el niño más pequeño.
    Id y predicad el Evangelio a todos los pueblos.
    Un abrazo,Javier.
    Te acabamos de citar en facebook,en "La Llanura de Palmaria".

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