sábado, 24 de agosto de 2013

Cipriani y el informe

Sendero Luminoso devino pronto en apagón de Nueva York, pero el progresismo lo prefiere al camino verde que va a la ermita. Lo demuestra el reportaje que ha sacado a la luz la parcialidad del informe de la comisión de la verdad y la reconciliación realizado por un comité de expertos para delimitar responsabilidades derivadas del pulso que el terrorismo y el ejército sostuvieron en Perú durante el siglo que vivieron peligrosamente.
La conclusión del dictamen relativa a la región de Ayacucho sostiene que el hoy cardenal Juan Luis Cipriani, entonces obispo de la zona, hizo la vista gorda a los desmanes del ejército, cuando lo cierto es que testimonios que la comisión no incluyó aclaran que no el prelado no jugó a la gallinita ciega mientras los sargentos chusqueros devastaban el corral. Es una lástima que sus declaraciones no se incluyeran en el dictamen, que sí contó con la de ilustres terroristas. Lógico: para el progresismo la bala es más romántica que la oblea. Debe de ser porque la primera mata, y la segunda engorda. La fe.

1 comentario:

  1. Verdad sólo hay una,amigo Javier,y esa es la carta que hemos de presentar todos al Padre. Entonces su misericordia es nuestra mejor baza. Cada día admiro más el ejemplo de los sencillos.
    Un abrazo.

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