lunes, 19 de agosto de 2013

Buitres en el estómago

La estatua del beato Juan Pablo II del parque al que da nombre en Jaén ha sido objeto de un leve ataque vandálico. Le han pintado en el ojo un moratón, de manera que parece que el bueno de Karol ha tenido unas palabras con Maravilla Martínez. Estoy seguro de que el héroe de la noche se carcajeó después, a fin de coronar la hazaña con una risa tonta.
El anticatolicismo considera que hay más valentía en un acto de este tipo que en el rezo de un Credo, cuando lo cierto es que para el primero sólo basta un bote de espray y el segundo significa la aceptación de la propuesta de Jesucristo de perder la vida para salvarla, algo que combate el ateo, que confunde la advertencia sobre el llanto y el rechinar de dientes con una ortodoncia mal hecha.
El ateo se equivoca, por supuesto, y le salva que Dios no se cansa de perdonar. Aún así lo pasa mal porque no se contenta con ignorar a la Iglesia, al modo en que yo, que soy abstemio, ignoro el vino, sino que busca la destrucción del Cuerpo de Cristo. Es decir, juega con las cosas de comer. Lo que repercute en su digestión. Si el amor se anuncia con el vals de las mariposas es lógico que el odio genere un aleteo de buitres leonados en el estómago.

3 comentarios:

  1. Tener la cabeza hueca tiene eso,Javier:que no hay nada dentro para poder pensar,razonar o simplemente sentir.
    ¡Dónde no hay mata,no hay patata!.
    El beato Juan Pablo II,junto al Padre,acaso habrá torcido el gesto,pero casi ni eso...
    Un abrazo.

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  2. Ni eso. Si perdonó a quién le disparó, también lo hará con quién ha pretendido burlarse de él. Un abrazo.

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  3. Los buitres del odio te devoran por dentro, pero el ciego resentimiento, la cerrazón mental, la falta de horizontes, la ausencia de pensamiento propio razonado, reflexivo, ecuánime, pintan de negro el entendimiento. Es demoníaco el odio irracional, atávico, contra lo sagrado. El probema es que el ser humano se ha desacralizado, ha perdido cualquier referencia eterna, ha bajado su mirada del infinito y no soporta que nadie sea capaz de escudriñar el cosmos más allá de sus pequeñas prisiones buscando respuestas eternas. Es algo demoníaco; lo ha sido siempre, pero ahora lo es aún más.Lo impregna todo. E irá a más

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