jueves, 22 de agosto de 2013

El laicismo y la ley del embudo

Para el laicismo es normal la presencia de un auxiliar de enfermería contrario al aborto en un hospital público donde se practican interrupciones del embarazo e incluso de un ujier puritano en la sala de la Maja desnuda del museo del Prado, pero considera inconstitucional que el Ayuntamiento de Castellón saque a concurso una plaza de celador para la Basílica de Lledó.  Lo que demuestra que el laicismo, en cuestión de leyes, se decanta por la del embudo.
Como quiera que una de las obligaciones del cargo es la de ayudar en las celebraciones litúrgicas el grupo municipal socialista del consistorio levantino entiende que el requisito discrimina a los agnósticos, a los ateos y a los no católicos. Parece un argumento de peso, pero basta una sencilla operación matemática para echarlo abajo: por esa regla de tres las plazas para jardinero discriminan a los pirómanos y las de fontanero a los que no saben nadar.

2 comentarios:

  1. Si tanto tonto se dedicase a algo útil,este mundo sería más agradable.
    Tienen un problema mental grave y no se lo diagnostican.
    Un abrazo.

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  2. Creo que lo que tienen es úlcera. Se la han originado ellos mismos. Un abrazo.

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