Radio María y Pablo Alborán

Si la existencia humana se caracteriza por la singularidad de cada ser es lógico deducir que las maneras de vivir acreditan que la vida sigue igual. Sin embargo, pocas cosas asombrarían más al público de un concierto de Leño en Vallecas que el hecho de que el Rosendo interpretara en los bises Wendolyne.
Una de ellas es la irrupción de Radio María en el dial de un adicto a Los cuarenta. En mi larga experiencia como copiloto he visto la cara de esto qué es que se le queda al conductor de primera cuando se le cruza un rosario mientras busca a Pablo Alborán. De lo que se deduce que los que optan por las canciones de amor desconocen que Radio María es la frecuencia más cardíaca. Ninguna otra habla tan directamente al corazón.