lunes, 22 de julio de 2013

Rascacielos y favelas

La torre de Babel no es la primera burbuja inmobiliaria de la que se tiene conocimiento, sino la prueba de la inutilidad de querer empezar a construir la casa del Señor por el tejado de la soberbia, que es lo que primero que se le sube al hombre a la cabeza. Viene a cuento recordar esto ahora que el Papa visita Brasil, que es un país emergente, lo que en traducción libre significa que, si bien los rascacielos le ganan la partida a las favelas, aún quedan rascacielos y aún quedan favelas.
Del reparto equitativo de la riqueza no se deriva el derecho de la clase baja a tener criada, sino de la criada a salir de la clase baja. Cuando se dice que Brasil es un país de contrastes, se dice en realidad que la justicia social es, como mucho, sólo una buena intención. De modo que el Papa hablará casi seguro de la pobreza al millón y medio de jóvenes de todo el mundo que se dará cita en Río. Y ellos, con independencia del idioma que hablen, comprenderán lo que dice. De eso se encargará el Espíritu, que convierte en polígota a quien escucha con el corazón.

2 comentarios:

  1. Supongo que el Papa hablará claro y directo al corazón de todos,pensando especialmente en los jóvenes.
    El Sermón de la Montaña sigue vigente,amigo Javier.
    Un abrazo.

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