miércoles, 31 de julio de 2013

Río y Madrid

Para David Trueba entre las jornadas mundiales de la juventud de Río y de Madrid existe la misma similitud que entre una noche loca y un día de campo. A decir del cineasta no hay color entre el mensaje libertador que Francisco ha dejado a los pies del Cristo Redentor y la doctrina en conserva que, para quedar bien con Rouco, propagó Benedicto XVI por la calle de Alcalá, esquina con Callao.
El discurso anticatólico de la izquierda intelectual es como el cine maniqueo, según el cual fuera de las 13 rosas todo es hojarasca o mala hierba. Trueba confía en que Francisco no sea más de lo mismo, esto es, un Papa que ama, sino una suerte de Pancho Villa con menos bigote y más maitines. Un Pontífice revolucionario que ponga a la curia patas arriba y pase la mano por el lomo de la progresía. Y que apenas pise la Iglesia. Más que nada porque rezar es pedir perdón. Y eso, lo tiene dicho Elena Valenciano, no es de izquierdas. 

1 comentario:

  1. Los que quieren destruir la Iglesia ahora hacen como que aprecian al Papa pero poniendo delante firmas en blanco al Pontífice.
    Se confunden,el lema de la Compañía de Jesús,de donde proviene el Papa es AMDG(A Mayor Gloria de Dios)y eso no se cambia.
    Un abrazo,Javier.

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