lunes, 1 de julio de 2013

La nota y el obispo

Si en una rueda de prensa le preguntaran al presidente del Gobierno sobre si en aras de la austeridad es partidario de suprimir un par de misterios del Rosario, Rajoy contestaría con buen criterio que su reino sólo es de este mundo. Por lo mismo, no ha lugar a la pregunta trampa realizada al arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, sobre su parecer sobre la nota exigida por el Ministerio de Educación para conceder las becas. La única explicación es que se la hayan hecho con la mala intención de relacionar el seis y medio con el libro de los Números.
Con todo, monseñor Asenjo no ha eludido la respuesta. Ha dicho que hay que conciliar la situación académica con la económica a fin de que por un lado se recompense la excelencia y por otro los alumnos más pobres no se queden en el camino. Esto, para algunos, será una exaltación de la calle de en medio, pero en realidad es una apuesta por la justicia social. El arzobispo no se lava las manos con jabón neutro, sino que propone que los que utilizan Lagarto tengan las mismas oportunidades que los que usan Lux.

2 comentarios:

  1. Ha dado una respuesta clara y concreta: las becas no deben ser un coladero sino un premio al que más trabaje.
    Ser obispo no significa estar en las nubes.
    Un abrazo.

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  2. Y, a la vez, ha demostrado su sensibilidad social. Un abrazo y buen día.

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