miércoles, 24 de julio de 2013

Regalo a Brasil

A falta de oro Francisco ha llevado como regalo a los brasileños a Jesucristo, que es como regalarles a la vez incienso, el perfume de Dios, y mirra, el bálsamo del Padre. Alguien que no lo ha entendido así ha colocado un explosivo de fabricación casera en el Santuario de La Aparecida, que no es una referencia a la bomba descubierta, sino a la estatua de la Inmaculada Concepción hallada por unos pescadores en el siglo XVIII en el río Paraiba, el Jordán carioca.
El hecho de que haya de todo en la viña del Señor explica la cohabitación del Ribera del Duero con el vino peleón. Qué se le va a hacer. Francisco, buen pastor, también busca para el bien común a los que le buscan con malas intenciones. El Papa asegura que Dios nunca se cansa de perdonar. Ni él de dar ejemplo de amor humilde. El mirad con quién vengo del Pontífice es justo lo contrario del usted no sabe con quién está hablando.

2 comentarios:

  1. El llevar a Cristo como presente será recibido con gozo por las gentes sencillas y mal por aquellas que,creyéndose en posesión de la verdad(su verdad)no tienen sino vacío.
    ¡Es una pena no hacer buen recibimiento de ese regalo,amigo Javier!.
    Un abrazo.

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  2. Los sencillos sí lo reciben bien. Un abrazo.

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