viernes, 12 de julio de 2013

Linterna católica

La luz de la fe otorga a la Biblia rango de linterna católica. En un mundo oscuro las epístolas de San Pablo ejercen de mañanitas del rey David. O de primer amanecer a los gálatas. Lo sabe bien el Papa Francisco que intercala esta enseñanza en la encíclica Lumen Fidei, cuyo texto central ha sido escrito por su predecesor Benedicto XVI, al que agradece el gesto, al modo en que Messi abraza a Iniesta cuando le da medio gol.
El secretario general de la Conferencia Episcopal Española, Juan Antonio Martínez Camino, elogia la humildad del sumo pontífice por asumir gran parte de la encíclica escrita por Benedicto y a Benedicto por desprenderse serenamente de la autoría para que la firme sólo uno, que es una buena manera de diferenciarse de los hermanos Grimm.
Con todo, lo que importa de la encíclica es el contenido, la interpretación de la fe como faro antiniebla. La fe, no como luz al final del túnel, sino como señora de compañía, como resplandor cotidiano del creyente, que así percibe mejor las diferencias entre el cielo y la tierra, entre el Libro de los Proverbios y la bolsa de los refranes, lo que le permite valorar más al vuelo del Espíritu Santo que al pájaro en mano.

2 comentarios:

  1. La fe,don de Dios(convencido personalmente)se nutre de los textos sagrados,especialmente de las vivencias del Evangelio completadas por los ejemplos de los Hechos y de las Cartas:ellos son pruebas del cristianismo primitivo,que no antiguo ni demodé.
    Un abrazo.

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  2. La fe es luz natural. El laicismo, luz de flexo. Un abrazo.

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