sábado, 27 de julio de 2013

Francisco y Juan Carlos

No es previsible que Juan Carlos I curse una visita sorpresa a la Cañada Real, que, a pesar del adjetivo, no es el camino verde de la sangre azul, sino la alfombra roja del chabolismo de Madrid. Y no es previsible porque su majestad es un tío campechano, pero no un hombre del pueblo, a diferencia del Papa, cuya familiaridad con las favelas denota que no veraneó de crío en Estoril.
Hay más cosas que les diferencian. Una es que mientras al rey se le acercan señoras recién salidas de la peluquería, Francisco atrae a los tiñosos, tal vez porque intuyen con buen criterio que la Virgen se está peinando es un villancico de esperanza. Y otra es que mientras el capitán general de los ejércitos gusta de comer con los oficiales el Pontífice es partidario de compartir el pan de vida con la carne de cañón.

3 comentarios:

  1. El Papa es sucesor de S.Pedro,y S.Pedro cuidaba de los apóstoles y de la comunidad cristiana que iba creciendo.
    El rey(respeto a la Corona)tiene algunas actuaciones que no entran en mi esquema.
    Un abrazo.

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  2. A mí me cae bien el Rey. Prefiero la monarquía para España. Pero me gusta distinguir entre lo bueno y lo mejor. Un abrazo.

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  3. Soy monárquico,Javier,pero mi amor va por España y la Corona y,como tú,me gusta distinguir bien las fidelidades.
    Un abrazo.

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