miércoles, 17 de julio de 2013

Danzad, danzad, benditos

Parece mentira que Cuba sea a la vez la cuna de Nicolás Guillén y de los hermanos Castro, el dúo dinámico del Caribe Mix que tiene a los creyentes encerrados en un siniestro mambo de malecón (danzad, danzad, benditos). Tanto es así que el Movimiento Cristiano de Liberación asegura que a sus dirigentes le quieren meter el miedo en el cuerpo ¿Cómo? Mediante el uso del machete con fines terapéuticos. Mostrárselo es un modo sutil de advertirles de que lo que no engorda, mata.  
Lo que no entiende el régimen es que al hacer a los cristianos la vida imposible los hermanos Castro facilitan el proyecto de salvación que propone Jesucristo a los creyentes, quienes, como ya anunció, serían perseguidos por su causa. Cómo no especificó dónde, se supone que en todas partes. También, por supuesto, en la Cuba de Guillén, donde, quién se lo iba a decir al poeta nacional, gobierna ahora el sable del coronel en lugar de la paloma y el laurel. Lo que explica la petición cristiana al comandante: abre la muralla.  

2 comentarios:

  1. Ninguno de estos dictadores se dan cuenta que la opresión no lleva sino al despertar del espíritu y que ellos son pobres mortales iguales a los que oprimen.
    Cristo es más que los Castro.Más y mejor,amigo Javier.
    Un abrazo.

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