martes, 9 de julio de 2013

Esquelas de agua

El Papa clama contra la pupila seca del hombre occidental, que ha olvidado la costumbre solidaria de echar unas lágrimas sinceras por las esquelas de agua que escribe con su mala letra el mar. Aquí, dice Francisco, nadie llora por los subsaharianos que pierden la vida en las pateras en ese itinerario inverso del Paris-Dakar que realizan los que buscan aventuras no patrocinadas.
Un senegalés, pongamos por caso, es un negro en un país de negros, un don nadie de un país don nadie. Si Estados Unidos es el hombre orquesta del concierto internacional, Senegal es el pentagrama suelto. En el imperio un negro es un afroamericano, un ciudadano amparado por enmiendas en un ecosistema legal donde cuenta con la sombra protectora de Malcon X para despejar cualquier incógnita sobre su futuro. Ese que aguarda al senegalés entre las olas.

1 comentario:

  1. Este aviso,denuncia,oración,reflexión del Papa Francisco debe ser un aldabonazo fuerte,duro,que hiera nuestra alma. Es fácil decir lo siento,rezar un poco y olvidarse. Y no estando mal,no es suficiente.
    Esos seres humanos,negros,blancos,rumanos,albaneses o de donde sean son nosotros con menos suerte...
    Un abrazo,Javier.

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