viernes, 19 de julio de 2013

Beatriz y el feminismo

Todos somos Beatriz fue el lema de los grupos abortistas que clamaron en junio contra el supuesto fascismo jurídico de El Salvador por no dejar a una madre quitarse el vivo de encima. Antes, pero con motivos, todos fuimos Miguel Ángel Blanco, el concejal con mirada de Heidi baleado en ese país, mitad zoológico mitad ferretería, donde la serpiente abraza al hacha para confirmar que son íntimas amigas.
Desde aquel disparo en la nuca todos somos el que sufre, lo que permite a los tramposos aprovecharse de la buena fe de las gentes para colar felino por liebre, Gato Pérez por conejo de la Loles. Ha pasado con Beatriz, la joven embarazada de un niño sin cerebro pero con Dios, convertida en la excusa perfecta del feminismo radical para pedir la catalogación del aborto como derecho universal. Dicen que la muerte viene de frente, pero a la vista está que siempre busca atajos. Y excusas.

1 comentario:

  1. El dolor del sufriente siempre es solitario mientras que nadie sufra con él o comparta con el que sufre ese dolor.
    Es fácil ponerse un pañuelo palestino o considerarse tal o cual líder mundial con una camiseta.
    Los verdaderos hermanos comparten,más de una vez,o casi siempre,sin hacerse notar...
    Un abrazo,Javier.

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