lunes, 29 de julio de 2013

Religión cívica

Una religión, la católica, sustentada en el perdón es, por esencia, cívica. El perdón deja el alma sin cáscaras de pipas. Lo que explica que el volumen de basura originado por los dos millones de personas que participan en Río en las jornadas mundiales de la juventud sea equiparable, más o menos, al que deja cualquier familia numerosa durante un día de campo en Guadalix de la Sierra.
Para determinada sociedad laica el civismo es la cara amable del orden, entendido éste en sentido castrense, por lo que abomina de los chicos que se peinan con la raya al lado y de las chicas que no tiran los chicles al suelo. Abomina, en suma, del mandamiento nuevo, cuya propuesta de amor al prójimo explica que en cuestiones de suciedad el católico evite los daños a terceros. Pero convence de esto a los que creen que los fieles congregados ante el Cáliz hacen botellón.

2 comentarios:

  1. Aunque los católicos hablásemos lengua de ángeles seguiríamos en la mira de determinados hermanos,porque lo son aunque no quieran serlo,Javier...
    Por eso,como el Evangelio dice "amaos los unos a los otros",lo intentaremos hacer sin complejos.
    Un abrazo.

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