lunes, 22 de abril de 2013

Juan Manuel de Prada y la intelectualidad

Tres cuartas partes de la población española se declaran católicas, que en los tiempos que corren es como declararse culpable de no se sabe qué, siendo qué un grupo de riesgo. Tal vez por eso el porcentaje de intelectuales de misa dominical es tan escaso. El intelectual no es ya el ciudadano comprometido con la sociedad que convierte su punto de vista en horizonte, sino el tertuliano que recolecta euros tres veces al día en prensa, radio y televisión, donde no se lleva dar gracias a Dios porque es bueno, porque es eterna su misericordia, sino ponerlo a parir ayer, hoy y siempre.
Por eso es tanto más digna de elogio la actitud de Juan Manuel de Prada, un escritor que moja la pluma en el Jordán, lo que explica que sus ideas arraiguen, fructifiquen y den treinta, cincuenta y ciento por uno. De Prada recuerda un poco al Bautista y un poco a San Pablo. Anuncia como el pariente de Jesús y evangeliza como el de Tarso, con quien comparte la herida luminosa derivada de la caída. De ahí que sus artículos, lejos de ser una suma de frases afortunadas, sean maná con acentos para los que tienen hambre de Dios.

4 comentarios:

  1. Hay que reocnocer la valía y valentía de Juan Manuel de Prada.Su programa "Lágrimas en la lluvia" me recuerda mucho a aquél de mi juventud,"La clave",de Balbín,pero desde un profundo sentido humano y cristiano. Ayer fue una delicia el programa dedicado a Cervantes y al Quijote,con invitados de lujo.
    Además,creo que el matrimonio con Mª Cárcaba ha dulcificado su carácter,cosa que suele suceder habitualmente,que una mujer casi lo puede todo.
    Cada uno,demos testimonio de la fe allá donde estemos.
    Un abrazo,amigo Javier.

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  2. Es un hombre valiente. Un abrazo.

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  3. D. Javier,

    Sí sería un increíble tres cuartas partes, si las partes fueran de magro puro y no elaboradas con potenciador del sabor E-621.
    Se mete vd. con los intelecutales: razones no le faltan, pero tampoco son pocas las razones que puede haber contra albañiles, fontaneros, dibujantes y otras profesiones que se ausentan de habitual a la misa ordinaria del domingo; esperemos nunca tengamos que añadir a la lista la profesión de sacerdote.
    El periodista ejerciente "cañero contra la Iglesia" es un clásico por estos pagos. ¿ De qué extrañarse si la conciencia es cosa de viejas, la moral una losa eclesial y la libertad total la esencia del progresismo ? ¡ Ahí va la paga mensual, le dice la señora: la muy impersonal y progresista línea editorial !

    Lo de Juan Manuel de Prada es de caballo boreal: una típica conversión a través de la fuerza de la razón, que arrebata al incrédulo en su, él cree, cómodo galopar por la terrena vida. Y de repente, le cambió la línea editorial... de su vida.

    Saludos. Misael

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  4. Yo creo que la raíz de España, que es lo que importa, entronca con Dios. Lo de los intelectuales no es deserción, sino pose. Estoy plenamente de acuerdo con usted en considerar a Juan Manuel de Prada la afortunada víctima de una caída milagrosa. Un abrazo.

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