martes, 2 de abril de 2013

Cine de progreso

Menos mal que la serie sobre la Biblia emitida en Semana Santa ha sido realizada en Estados Unidos, donde la guerra de secesión no impregna la cinematografía hasta el punto que la civil en España. De haber sido rodada aquí las localizaciones habrían estado claras: Casas Viejas para las escenas urbanas del Antiguo Testamento y el alcázar de Toledo como remedo castizo de las murallas de Jericó, que caerían a toque de corneta. En cuanto al Ebro, tumba de la república, interpretaría el doble papel de mar rojo y mar muerto.
Un guión español, adaptado a los nuevos tiempos, incluiría también la notificación a Abrahám de que le retiraban la patria potestad de su hijo, así como la revisión de la sentencia de Salomón, que, puesto que no cabe la discriminación positiva en este caso, otorgaría a las dos mujeres que se disputan el bebé la custodia compartida.
Además, Jesús sería un actor de reparto en vez del bueno de la película, cuyo director laico no incluiría planos sobre la Resurrección, so pretexto de que para él son tomas falsas. Un realizador de progreso acabaría la serie con Cristo en el Gólgota, mecido por la banda sonora de están clavadas tres cruces en el monte del olvido. Para que, de eso se trata, nadie le recuerde.

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