sábado, 13 de abril de 2013

El champán de las placentas


La abolición del aborto será semejante a la de la esclavitud porque no hay diferencia entre duerme, duerme negrito y duérmete niño. Lo pronostica el obispo de Alcalá de Henares, Juan Antonio Reig Plà, quien prevé un grito de libertad de magnitud nueve en la escala del justo el día de la dicha. También habrá brindis. Cuando la matanza de bebés deje de estar bien vista las placentas descorcharán champán.
Hasta entonces, las declaraciones del obispo chocan con las de quienes consideran las palabras del prelado una intolerable provocación del catecismo al escalpelo, un desafortunado toque de atención del incienso al cloroformo y, puesto que las clínicas abortivas se forran, un acto de soberbia de la mirra respecto al oro.
Sin embargo, el obispo tiene razón. Llegará el día en que la sociedad no permitirá que el óvulo sea el preso político de la dictadura feminista. Llegará el día en la que la posición fetal le gane la partida al rigor mortis.

2 comentarios:

  1. Recuerdo aquella frase de la película "La lista de Schindler" cuando Óscar Schindler,acabada la guerra se lamenta de no haber podido salvar más judíos y su fiel amanuense le recuerda las palabras del Talmud:
    "Quién salva a un hombre,salva a la Humanidad".
    Un solo niño rescatado de la muerte más abyecta,la del aborto,es un grito de la vida.
    (Gracias por mantenerme informado de tu libro que será un soplo de frescura y de reflexión.Ya comentarás editorial etc)
    Un abrazo,Javier.

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  2. La vida con Dios es un paseo por el campo. Hay que salvar todas las vidas que podamos. Un abrazo.

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