sábado, 22 de junio de 2013

Reclinatorios cromados

El Papa, al bendecir a las Harley-Davidson, bendice también a las Derbi. Incluso a las Ossa. A los moteros, urbi et orbi. En realidad, bendice un estilo de vida. Un motero es, por lo general, un hombre libre con una mujer de paquete o una mujer libre con un hombre de paquete. Dos personas libres por moto, multiplicadas por multitud de motos, dan millones de personas libres. Y en el camino de la libertad, Francisco lo sabe, la próxima salida siempre es Dios.
En la bendición papal los moteros se arrodillaron a su manera, dándole al acelerador al paso de Francisco para que del tubo de escape saliera la versión diésel de la fumata blanca. Alguien que lo vio afirma que estas cosas son las que acercan la Iglesia al pueblo, pero para mí que es al revés: estas cosas evidencian que el pueblo honra a la Iglesia incluso desde reclinatorios cromados que llevan adherido, a modo de garantía para la vida eterna, el seguro a todo riesgo.

1 comentario:

  1. El Papa no rechaza,sino que se acerca y deja de se le acerquen. Claro que el Señor hacía lo mismo y no es cuestión de dejarlo en mal lugar.
    La Iglesia está abierta a los hombres.
    Un abrazo,Javier.

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