lunes, 17 de junio de 2013

Gordillo y Europa

Mi amplia experiencia como jornalero me permite no escandalizarme por las palabras gruesas. En la vendimia francesa no te doctoras en retórica entre pámpano y pámpano. Y en la Andalucía campesina no cita al Marqués de Santillana ni la vaquera de la Finojosa. La cháchara pastoril original, sin los subtítulos de Garcilaso, no es refugio de sonetos. Sin embargo, el áspero vocabulario de la tierra no tiene nada que ver con el que utiliza el alcalde de Marinaleda, Sánchez Gordillo, que acaba de mandar a la Europa de los mercaderes al coño de su puta madre.
Queda claro de entrada que Sánchez Gordillo, aunque Don Juan Manuel, no es el autor del conde Nicanor. Y también que el adalid de la paridad utiliza un lenguaje machista, un verbo escotado, un discurso busco a Jack que le acarrearía disgustos con el feminismo si el feminismo no estuviera al servicio de la ideología, como demuestra el que tampoco se haya partido el pecho para reprender al dirigente de IU que para referirse a una consejera aludió a sus tetas gordas.
A Sánchez Gordillo no le sobra razón en muchas de sus reivindicaciones, pero en otras no le falta, como las encaminadas a que las gentes del campo tengan salud, dinero y amor. Lástima que utilice esas formas. Debería de imitar a Papa Francisco, quien al aludir al paro como la peor de las pobrezas cuestiona la eficacia del sistema sin tener que mandar a nadie a la zona cero de la maternidad.

2 comentarios:

  1. Para mí,éste sujeto no pasa de ser un estalinista trasnochado,poco amigo de doblar el espinazo y que se retrata con sus palabras. Prescindible si no tuviésemos la clase política que tenemos.
    Hasta el más humilde cristiano tiene menos odio en sus palabras que éste sujeto...
    Un abrazo.

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  2. Es que el más humilde de los cristianos le enseña modales a cualquiera. Un abrazo.

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