lunes, 10 de junio de 2013

Jóvenes y política

En mi adolescencia el escalafón de edad inmediatamente superior, la juventud, se dividía entre los yeyés, en su mayoría obreros a la moda, con el paquete de celtas instalado en el dobladillo del calcetín y pelo Scotch Brite, y los revolucionarios, que para la calada preferían el Ducados, llevaban barba espesa y entonaban La Internacional, que es la versión universal de oigo patria tu aflicción.
Ahora los jóvenes han dejado de fumar y no se meten en política, lo que no deja de ser bueno para los bronquios y malo para la sociedad, que requiere para salir adelante del compromiso de los mozos, el mismo que les ha pedido el Papa al proponer que utilicen sus energías para el bien común. Francisco no les sugiere que retornen al 68, sino que intervengan desde los estamentos de poder en la búsqueda de un mundo más justo. Que no tiene porqué ser un mundo de jóvenes con pelo Scotch Brite y celtas en el calcetín. Ni siquiera uno de chicos que fumen Piper.

1 comentario:

  1. ¡Recuerdos de nuestro tiempo joven!. Muchas de aquellas ilusiones se quedaron en la gatera de la vida o incluso en la decepción,amigo Javier,pero también seguimos conservando e incluso se ha acrecentado el compromiso sereno con Jesús,que nunca falla.Lo dijo S.Pedro hace mucho tiempo: ¿A dónde iremos?. Sólo tú tienes palabras de vida eterna.
    Un abrazo.

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