viernes, 28 de junio de 2013

Concepto pañal

El mohín, que es el reflejo automático del disgusto elegante, de la contrariedad leve, de la desaprobación por los pelos, aparece siempre que en las presentaciones del libro Soy católico ¿pasa algo? aludo al tema del aborto en el apartado vamos a ponernos serios de la conferencia. Lo curioso es que las propietarias del gesto suelen ser mujeres incapaces de desvincular el concepto niño del concepto pañal.
De lo que se deduce que el laicismo ha hecho bien su trabajo. Para el feto el progresismo es un enterrador laico que sustituye el ciprés por la rama de olivo. El progresismo propone para los bebés la paz de los cementerios con el visto bueno de una sociedad sordomuda que asume el soniquete laico de que parir es una opción en lugar de una alegría. Llámame machista, pero no me acostumbro a ver venir a la muerte vestida de derecho a decidir.

4 comentarios:

  1. Frente a ese mohín elegante pero nada noble ni maternal no hay nada más hermoso que evocar el olor de un bebé,sus caricias,sus miradas confiadas,sus balbuceos...
    Si eso no conmueve,es que no hay vida enfrentre,Javier.
    Un abrazo.

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  2. El contrasentido es que el mohín lo hacen mujeres que nunca abortarían. Tendremos que hacer que cambien su punto de vista. Un abrazo.

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  3. Había entendido mal tu comentario,Javier.Pensaba que algunas asistentes hacían ese mohín por lo contrario.Mis disculpas hacia ellas.
    Para mi,cualquier vida humana es sagrada y el resto de vidas,animales y vegetales(hastas las vidas inanimadas)son expresiones maravillosas del Creador y merecen ser respetadas al máximo.
    El aborto es un crimen,que conlleva muerte y dolor.
    Otro abrazo.

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  4. No, lo has entendido bien. Hacían el mohín, aunque ellas jamás abortarían. Han asumido el mensaje progresista. Ese es el problema. Un abrazo.

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