jueves, 6 de junio de 2013

Los afrancesados

España es un país de afrancesados, de intelectuales sin patria que creen que Madrid no vale una misa, como acredita que incluyan el Bien en el catálogo de males del país, junto a la derecha recalcitrante y el golpe de estado. Lo que relaciona al ruido de sables con el tajo que Simón Pedro hizo a Malco en la oreja la noche del prendimiento.
El ruido de sables es la soledad sonora que amenaza a esta España sorda de un oído y tuerta del otro, según asegura el laicismo militante, empeñado en relacionar al valle de los Caídos con el de lágrimas, que es un modo barato de sugerir que los pantanos que inauguraba su excelencia se llenaban con agua bendita.
Los afrancesados advierten de que España retrocede medio siglo porque se abraza a una Iglesia en marcha atrás que añora los tiempos del gasógeno, los seriales y la unción de enfermos. Sobre todo, la unción de enfermos, que piden suprimir de los hospitales porque consideran que es mejor gastarse el dinero en disculpas médicas que en perdón de Dios. De este modo evidencian su analfabetismo espiritual los que consideran que la extremaunción es el chiste malo del que ríe el último en vez del acceso directo a la Gracia.

2 comentarios:

  1. He asistido a la administración del sacramento de la Unción de los enfermos muchas veces en mis años de profesional sanitario y nunca nadie se ha quejado de ello porque era petición previa del paciente.
    Estos demócratas de carnet no deben saber que con el alma no se juega porque es más que cualquier partido político;es un regalo de Dios. Un abrazo,Javier.

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  2. Un regalo de Dios. Y menudo regalo. Un abrazo.

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