lunes, 24 de junio de 2013

Católicos de base

A las misas de a diario asisten por lo general la viudita del conde Laurel, el viejo y el mar sobre el que anduvo Jesús. Mujeres sin cisnes ya en el cuello que musitan vivas a la Blanca Paloma y próstatas con rosario que casi en silencio se dan la paz. Abundan las arrugas, la ropa sencilla, el monedero humilde. Los pensionistas. Me pregunto si son católicos de base.
Para el progresismo, no, por supuesto. Para el progresismo el católico de base es aquel que supedita el alma a la revolución, por lo que estos fieles que no cuestionan la autoridad de Roma no son más que soldados de plomo, atrezzo, figurantes en la guerra abierta entre el bien con mayúsculas y el bien con matices. Entre el bien que bebe de la Biblia y el bien que considera las bodas de Caná la primera juerga documentada. Ese bien que trata erroneamente de humanizar a Cristo. Porque si así fuera, Jesús, en vez de convertir el agua en vino, habría pagado una ronda.

2 comentarios:

  1. Conozco a algunos de esos cristianos sencillos,de monedero de plástico,chaqueta de punto,andar entorpecido por el tiempo,de pelo cano o ausentes de pelo...
    Fieles al Señor,al que acompañan cada día media hora,le reciben y salen afanosos a sus tareas.Nunca ha tenido Jesús mejores invitados a su mesa que estos.
    Un abrazo,Javier.

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  2. La mayoría de los fieles que conozco también es así. Por eso me hacen gracia los que desde fuera piden que se se escuche a los católicos de base.

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