domingo, 5 de mayo de 2013

Los valores del CIS

Por lo que tiene de jaula de grillos, la plaga de langosta es más escandalosa que la naturaleza muerta, pero menos dañina. Por lo mismo, el paro es más llamativo que la descomposición moral de la sociedad, pero menos grave. Si parece lo contrario es porque el árbol del ahorcado no nos deja ver el bosque inanimado.
Esto explica que en la encuesta del CIS sobre los principales problemas de esta España mía, esta España nuestra, sólo el 1,9 por ciento de los que sí saben/si contestan incluya entre sus preocupaciones a la crisis de valores. Tiene su lógica: la pérdida de los cimientos morales de la civilización occidental repercute menos en el desasosiego diario de las gentes que la pérdida de trabajo. Lo malo es que cuando el desempleo sólo sea un mal sueño, la moral sólo será un bonito recuerdo.
Parece evidente que más tarde que pronto la bolsa retornará a los 10.000 puntos y la de riesgo será prima lejana, pero también que los valores que ahorman a un pueblo serán entonces especies en vías de extinción, linces vegetarianos, osos panda comprometidos con el ecosistema. Es la consecuencia de dar menos importancia a lo eterno que a lo efímero, al buen partido que al gol, al esplendor en la hierba que al césped del Bernabéu.

2 comentarios:

  1. Esto de las encuestas nunca me lo he creído del todo.Y menos aún esas notas "bajas" cuando luego son los hechos los que demuestran lo contrario. No obstante creo que los católicos hemos de tener nuestro "CIS" particular: el discernimiento que nos dice clara y crudamente como hemos vivido nuestro día de cristianos.
    No es cuestión de ir siempre a por el sobresaliente porque nos podemos encontrar con un traidor suspenso,pero sí optar laboriosamente por un enriquecedor notable que nos darán de corazón los prójimos que pongan nota.
    Con un mensaje claro como el del Evangelio,todas las encuestas se quedan en eso,encuestas.
    Buen día de la Madre,Javier.

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  2. Perder los valores nos obliga a ganarlos de nuevo. Trabajo extra, pero para eso estamos. Un abrazo.

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