jueves, 16 de mayo de 2013

El rezo de los parados

El Padrenuestro contiene el germen de la doctrina social de la Iglesia en el ruego del pan de cada día. Por eso no es comprensible la indignación que ha causado el reportaje de Televisión Española que recomienda rezar a los parados. Dios, por supuesto, no es Fátima Báñez, ni el cielo la ventanilla única del Instituto Universal de Empleo, pero el Creador tiene la buena costumbre de atender las súplicas, tanto las de los que le piden salud para siempre como las de los que le ruegan contrato indefinido.
El reportaje, con todo, no reivindica el rezo al Cristo de la Sangre como solución oral, sino como calmante intravenoso. Lo acredita la inclusión de las declaraciones de psicólogos que lo proponen por su función terapéutica, ya que en su opinión reduce la ansiedad. De modo que equiparan el Credo al Valium. En realidad aconsejan la oración no por su incidencia espiritual sino porque consideran que tiene un efecto placebo. Lo que significa que de aquí a poco recetarán a los desempleados una Salve cada ocho horas y convertirán a la Biblia en un prospecto.

2 comentarios:

  1. Por suerte,para los creyentes,claro,la oración,sea el Padrenuestro o cualquier otra es la relación directa del hombre con el Creador,intimamente,sin adornos,del corazón al Corazón.
    Siempre que pido no lo hago para que se me solucionen los problemas,sino para que el Señor me de fuerzas para sobrellevarlos.
    Y por ahora no puedo quejarme,amigo Javier.
    Un abrazo.

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  2. A mí Dios no me ha dejado nunca de ayudar. Y eso que no dejo de pedirle ayuda. Un abrazo.

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