martes, 25 de diciembre de 2012

Lope y el cromosoma

Lope de Vega preguntó a Jesús al consonante modo la causa por la que pasaba las noches del invierno a oscuras a las puertas de su alma escarchada. Al fénix le sorprendía el interés del resucitado por contar con la amistad de alguien tan fieramente humano como él. De modo que incluyó en su poema soliloquio una pregunta nada retórica con acuse de recibo: ¿Qué tengo yo? Es fácil deducir la respuesta: El mismo cromosoma, el mismo Padre.
El gran dramaturgo, capaz de convertir en horas veinticuatro una buena idea en un éxito de taquilla, un entremés en un primer plato, necesitó más de un día para entender el nudo del asunto: lo que el cielo quería de él era un corazón abierto a Dios.
Lo que demuestra que el Creador no cierra el paso a ninguno de sus hijos, si bien es preceptivo que, como Lope, quieran seguir el camino. Lo ha dicho el Papa: si no lo deseamos, no lo tendremos. Si no lo esperamos, no llegará. Si no lo buscamos, no lo descubriremos. Con lo fácil que es verlo: es esa luz que brilla fuera.

2 comentarios:

  1. Lope era un genio y de ahí su pregunta,amigo Javier:genio y profundamente humano.Por eso el Señor,en lugar de elegir ángeles,nos sorprende eligiendo al ser humano.De otro que no fuese el Hijo de Dios diríamos que está loco.
    Buen día de Navidad.

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  2. Feliz Navidad. Y felicidades porque, por lo que deduzco, Jesús también acampó ante tu puerta.

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