viernes, 28 de diciembre de 2012

Febrerillo loco, idus de marzo

Desde que Bruto se llevó de pinchos a César en Italia campan el febrerillo loco y los idus de marzo. El país sufre trastorno bipolar, como demuestra la cohabitación de la gran familia y la camorra, de Alberto Closas  y Vito Corleone, de los buenos y los malos. Precisamente, uno de los mejores, Mario Monti, ha salvado parcialmente de la quema al país incendiado por Berlusconi, motivo por el que el periódico oficial de El Vaticano aplaude que el senador haya deshojado la margarita política por el pétalo del sí.
Hay que precisar que si la decisión de Monti de concurrir a las elecciones generales merece el elogio de L'Obsservatore romano es porque este diario incluye a don Mario en la zona noble de la actividad pública, donde tienen sillón vitalicio De Gaulle y Churchill y sofá perpetuo los padres fundadores del continente que unieron fuerzas para sacar adelante a sus respectivas madres patrias.
De aquella Europa en rodaje formaba parte Italia, que encabeza hoy el pelotón de los torpes en la de las dos velocidades. El freno a la economía explica el paso de Monti, cuyas virtudes personales aclaran a su vez el apoyo de El Vaticano, que no es una injerencia de la religión, sino del sentido común. Los que le atacan por meterse en política, son los primeros que también aconsejan. Su problema es que tienen la misma fiabilidad que los capitanes que le dijeron a Viriato que echara una cabezada.

2 comentarios:

  1. Estupendo artículo,Javier. No abundan los Adenauer,Churchill,De Gaulle o hasta patriotas como Franco(sin ser yo franquista)sino los Audax,Ditalco y Minuro travestidos en Mases,Pujoles,Marianos y deMás,siempre de Más...
    Buen día de los Santos Inocentes,los verdaderos a tener en cuenta.Un abrazo.

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  2. Puede que Monti sea un digno sucesor de los padres fundadores. Un abrazo.

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