lunes, 26 de noviembre de 2012

Machismo sacramental


El periodista Juan G. Bedoya pronostica en El País que el sacerdocio femenino en la iglesia católica es cuestión de tiempo. Sólo hay que sentarse, dice, a esperar los siglos que hagan falta. Hombre, los curas celebran ya en falda pantalón, así que, si se considera que el hábito hace al monje, tal vez el relevo llegue en un santiamén. No te extrañe que en un par de décadas las asociaciones feministas sean caladeros de novicias. Con el consiguiente problema para la Virgen María, buena madre y amante esposa, que por lo mismo no dará el perfil. Igual y sustituyen entonces su imagen por la de La Pasionaria, que sí da la talla.
El articulista responsabiliza del machismo sacramental a una curia cargada de reuma y que únicamente se mete en la cama cuando tiene sueño. Para fundamentar su tesis no se le ocurre otra que denominar ancianos asexuados a los cardenales, de lo que se deduce que para este varón el voto de castidad juega en contra de las damas, cuando en realidad les beneficia porque impide que las consideren mujeres objeto.
Como Bedoya, ex senador socialista, no parece católico sorprende que pida que se oficie la eucaristía a su manera. Viene a ser como si Rouco exigiera a Rubalcaba que su ejecutiva federal estuviera compuesta por militantes de misa diaria. Tampoco se entiende que se haga eco de lo que nadie pide a voz en grito dentro de la Iglesia. Que se sepa, ningún convento de hermanas ha solicitado que se aplique la paridad en el altar. A las monjas les basta con casarse con Dios y dejarle hacer. Y no porque sea el hombre de la casa.

2 comentarios:

  1. Zapatero a tus zapatos,vamos,a tus masonadas,que yan han hecho daño metiéndose donde no deben. Tienen más jeta que espalda.Tanta paz se lleven como sea la que dejen...
    Un abrazo,Javier.

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  2. Pretender poner orden en casa ajena con ideas propias no es muy sensato. Un abrazo.

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