lunes, 5 de noviembre de 2012

El lado oscuro del siglo de las luces

La interpretación torticera de la historia, utilizada contra los católicos, ha convertido el siglo de las luces en el año que vivimos peligrosamente, lo que resulta paradójico si se tiene en cuenta que, como es sabido, nadie tiene más razón que un santo porque es capaz de mirar más lejos que los intelectuales de cercanías. Pongamos el ejemplo de la naturaleza. Si dónde un católico ve la Creación, un agnóstico ilustrado percibe un documental de La 2 es porque el primero, en lugar de mundo interior, tiene universo propio, en tanto que al segundo, ratón de biblioteca, la introspección sin rezo le lleva como mucho al país de las musarañas.
Dicho de otro modo: el itinerario de santidad enlaza la primera comunión con el séptimo cielo, mientras que el de laicidad es un recorrido en círculo por la imposibilidad de lograr su cuadratura. Lo que, como el tabaco, genera impotencia, que es el viril motivo por el que los que buscan bronca te dicen que salgas a la calle, si eres hombre. Como ellos sí lo son, nos buscan la boca, así que habrá que decirles cuatro cosas.
La primera y última es que son unos aficionados. Nada que ver con Nerón. No es lo mismo acabar en el anfiteatro como protagonista que en el monólogo de un actor de reparto. No es igual acabar en las garras de la fieras que en las uñas de las alumnas descamisadas que asaltaron una iglesia en Madrid. Las estudiantes que entraron a saco en la capilla de la universidad complutense sin la blusa de los domingos creían dar el do de pecho por la causa, pero sólo dieron el cante. Si después de la proeza alguna de ellas se cree caballo de Atila, bueno es decirle que, aunque tenga carrera, no pasa de borriquito como tú.

2 comentarios:

  1. Vivo en Canfranc más de seis meses al año,Javier,ya que mi pulmón dice que lo de respirar le cuesta;pues bien,despertar y ver los Pirineos frente a mi ventana,echar pan a los cuervos que vienen a visitarme,que los pájaros coman unas migas de mi balcón me acerca a Dios,creo que me pone en mejor humildad y mayor acción de gracias al Padre.Y ello se vuelca en los seres humanos que me encuentro por la calles del pueblo.
    Tienes razón,siempre han existido clases hasta para ser malos.Algunos,simplemente son patéticos...o en este caso,"paté-TICAS".
    Un abrazo.

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  2. Creo que Fray Luis pensaba como nosotros respecto a la naturaleza. Vives en un lugar magnífico. Enhorabuena. Un abrazo.

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