lunes, 12 de noviembre de 2012

El Che por Jesucristo

Sustituir el crucifijo por el póster del Che es el fin oculto de los que exigen erradicar la presencia del Gólgota en los colegios. So pretexto de que la escuela pública no es confesional pretenden cambiar un símbolo por un mito. De forma figurada, por supuesto, porque no les importa tanto situar a Cuba en el lugar de Nazaret como vincular los planes de estudio del profesorado a Sierra Maestra.
Los dinamiteros de la enseñanza tradicional saben que la tarea de demolición es compleja porque el catolicismo envuelve la práctica totalidad de las materias: la asignatura de historia de España se enhebra con bramante cristiano, en tanto que la filosofía está cosida desde su origen a Dios, sustento espiritual del literario Siglo de Oro, mientras que el perfil de la geografía, piedra preciosa, está acuñado a partir de la expansión  de la Cruz.
Así que acabar con la situación lectiva les llevará tiempo, pero por lo pronto ya han logrado que la influencia en las aulas del Alfa y el Omega tienda a cero en lugar de a infinito. Un sistema educativo que equipara la asignatura de religión con la de manualidades merece cartulina amarilla. Y roja directa quienes enmudecen cuando pretenden quitarles la Palabra.

2 comentarios:

  1. Con mis 57 años puedo hablar de los años 70...Éramos jóvenes,bastante inocentes e ilusionados por cambiar el mundo y tragábamos la propaganda que nos hablaba del Che.
    Más tarde se da uno cuenta de que el médico argentino era un paranoico,un ególatra implacable con aquellos que consideraba enemigos.
    No es un libertador,era un asesino.
    Un abrazo.

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  2. El laicismo considera que el control de la educación es clave para apuntalar su proyecto. Creo que esa batalla la tenemos que dar. En cierto modo, en los 70 se gestó todo lo que vino después. Un abrazo.

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