jueves, 24 de enero de 2013

Del armario y el desván

La catalogación de la lujuria como pecado capital impide a los católicos quejarse de vicio. Así que no lo hacen por gusto, sino porque no le queda otra para salvaguardar sus derechos, a punto de ser vulnerados en la universidad Complutense con la supresión de las capillas de las facultades a propuesta del ateísmo docente. Si al final se sale con la suya, los feligreses siempre pueden aprovechar la ubicuidad de Dios para recibir el sacramento de la eucaristía en ese armario que, según sugiere un dirigente de IU, tiene el obispo de Córdoba como segunda residencia.
La sutil argumentación del capitoste comunista enlaza por la vía del subconsciente la homilía del prelado en la que critica la ideología de género con la declaración del día del orgullo, lo que encaja con ese imaginario de la izquierda que en el plano heterosexual sostiene que cada hombre de Iglesia esconde dentro a un potencial putero. Para el dirigente, la quina Santa Catalina que el obispo hace tragar a quienes se casan en masculino y femenino plural tiene un origen freudiano. Por lo mismo, como se opone al aborto le vincularán antes que tarde a la pastilla del día después.
Aunque no es el caso de Demetrio Fernández, mejor habitar en el armario que tener las ideas en el desván, que es donde guarda la dirigencia laica las chaquetas de pana, los clichés de esparto y el trazo grueso que utiliza contra la Iglesia no más que porque el clero, en lugar del costumbrismo progresista, escoge la renovación sustentada en la tradición como estilo de vida. De ahí las invectivas de un régimen que pretende situarla socialmente en la clandestinidad. De seguir así van a conseguir que Juntos como hermanos se convierta en canción protesta.

2 comentarios:

  1. Cada uno tenemos nuestra cruz,hasta los no creyentes,pero claro,una cosa es tenerla,otra saber llevarla y otra,negarla.Por negarla no deja de estar...
    Todos estos "defensores de Marx" con deseos de capitalismo pasado por el rojerío me producen fatiga por su nulo discurso intelectual,más cercano al ciclostil vietnamita d los años 70 que a una reflexión razonada sobre la Historia. En ese punto fallan más que una escopeta de feria,amigo Javier.
    Lo suyo,lo de estos comunistas de salón,es el aborto. Su tema estrella,acabar con la vida del niño y hasta de la madre,a eso le llaman progreso y libertad. ¡Apaga y vámonos!. Un abrazo.

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  2. Son ataques sin sentido. Para su público. Un abrazo.

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