viernes, 8 de marzo de 2013

Madrastra, dama, suegra

La madre Teresa de Calcuta era en realidad una mezcla piadosa de la madrastra de Blancanieves, la dama, dama de Cecilia y la suegra de los chistes. Así lo sugiere un estudio que convierte a un trozo de pan en salsa agridulce, con sus cosas buenas, pero opaca en las cuentas y floja en la caridad. Además, se juntaba con cualquiera.
Si para los autores del cuento la madre Teresa merece estar en los altares no es tanto por su obra como por su imagen, por lo que tiene de mito más que por lo que tuvo de beata. Admiten que ha ayudado a expandir la solidaridad, pero aseguran que donativos millonarios pasaban por sus manos sin control fiscal, que admitió dinero de un tirano para atajar la dictadura del hambre y que sus hospitales carecían hasta de calmante vitaminado, con lo que eso supone de freno al retorno de la alegría.
Los investigadores le reprochan también ser más partidaria de los paritorios que del tercer supuesto. Y critican que en vez de contrarrestar con dinero el efecto de las catástrofes naturales de la India regalara estampitas a los damnificados. Con su burla demuestran desconocer el poder reparador de la fe. Y evidencian sus ganas de zaherir a la Iglesia con embustes. El próximo será decir que la monja alférez se libró de la mili por excedente de cupo.

2 comentarios:

  1. Contestaría a todas estas personas que así opinan con una simple frase:
    ¿Serían capaces ellos de hacer una sola cosa que hizo personalmente la madre Teresa de Calcuta?.
    Un solo leproso muerto en sus brazos,un solo niño retirado de un cubo de basura serviría para al menos,taparme la boca...pero poco.
    Un abrazo,Javier.

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  2. Tu boca no corre ese riesgo, lamentablemente. Un abrazo y buen día.

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