viernes, 22 de marzo de 2013

Del pecado y el perdón

Para llegar desde el pecado a la redención hay que transitar el camino que lleva desde el jardín prohibido al árbol de la ciencia sin atajar por el ahorcado. Si la dificultad es extrema no es porque el entorno no favorezca los planes de Dios sino por la falta de fuerzas del creyente para superar no tanto sus circunstancias como su yo. Si de lo que se trata es de volar es más fácil tirarse desde un quinto que pilotar un caza.
Quiero decir que pecar es sencillo. Caer en la tentación es en sí mismo una tentación para los tentados. Y no hacerlo equivale a desatar el nudo gordiano sin tener cerca unas buenas tijeras de podar. De ahí la importancia de la fe. Un hombre sin fe es un cocodrilo sin hambre empantanado en una mesa camilla ante quien el pecado baila la danza del vientre, que es un modo sutil de decirle cómeme.
De la mala digestión del pecado surge la perturbación, gastritis del espíritu. No es casual que en la Eucaristía el feligrés ruegue al Creador que le proteja especificamente de ella. La perturbación es el pedrisco que arroja el pecador sobre sí mismo, la niebla que se interpone entre la voluntad y el cielo, la deformación de la conciencia, que es a su vez la caja negra del hombre que no confía en Dios. Al que confía el perdón le regala una conciencia de niño. 

2 comentarios:

  1. Preciosa reflexión teológica llena de ironía,metáforas y buen sentido,amigo Javier. La alegría no está reñida con el humor,la fe ni la esperanza.Más bien creo que van juntas de copas espirituales.
    Quienes rechazan el perdón actúan irracionalmente o con un ego,pobre ego,que se les sale por los poros.
    El buenismo diría que no son culpables. Para esa ideología,hasta el que viola es que sufre una pulsión incontrolable...
    El hecho de pedir perdón esperando recibirlo procede de la humildad,de la confianza,de la fe del hombre en la misericordia,del deseo de propósito de la enmienda,de la ayuda de Dios para recibir ese perdón y dar el cambio,siembre doloroso,hacia esa situación de regeneración,de saber estar y vivir en fraternidad o al menos, en no ir por la vida asesinando a los demás con la mirada...

    Buen Viernes de Dolores,amigo Javier.

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  2. Gracias por tus palabras. Sé lo que digo cuando hablo del poder sanador del perdón. Buen día y un abrazo.

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