jueves, 21 de marzo de 2013

El débil como opción

A los que consideran que sin una cubertería de lujo es imposible comerse el mundo el Papa les recuerda que quienes permiten que la mitad de la población se vaya a la cama sin cenar tienen complicado asistir al convite celestial. Por lo mismo, Francisco ha aprovechado la misa de su puesta de largo para recordar que habrá indulgencia con quienes matan el hambre de los que viven de milagro.
Francisco recuerda así el carácter salvífico del auxilio. Jesucristo dejo dicho que la caridad será utilizada como eximente en la Parusía. La caridad es la casa matriz de la limosna, la placenta en la que se incuba el amor al prójimo, el anticuerpo del bicho malo que atiende por individualismo. La caridad, en suma, es un trabajo que requiere gastar menos el dinero que las fuerzas al servicio del débil.
Para Francisco la caridad bien entendida es la que lleva a mirar a los ojos del que pide, a tocar su mano, que no es lo que te da de comer, pero sí la que te salvará cuando llegue el día, que será de fiesta para los pasen el corte. Ojalá, previa conversión, sean todos. Tengo para mí que la misericordia de Dios evitará que la humanidad acuda al juicio final en calidad de imputada.   

2 comentarios:

  1. El Señor,Dios y Hombre,se compadecía del hombre porque amar es la voluntad de Dios.Y curaba,calmaba,consolaba,confortaba. El Papa Francisco sigue al Señor como discípulo,es decir,hace de su vida seguimiento. Y al lado,vamos nosotros.
    Quienes quieren ver en Cristo a alguien en las nubes no saben que tocaba tierra,la amasaba y curaba a los ciegos...
    Un abrazo,Javier.

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  2. Francisco nos enseña que el principio básico de la caridad es amar al otro. Buen día.

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