martes, 26 de marzo de 2013

De risas con Jesús

El laicismo, descuidero del alma, aprovecha que la humanidad no está en su mejor momento para quitarle las ganas de vivir mediante la propuesta de afiliarse a la tripe A: agnosticismo, ambición, angustia. Frente a esta puerta repleta de postigos propone el Papa Francisco abrirse a la felicidad, la pátina con que la alegría cubre el cuerpo del catolicismo, religión que, por su vinculación al buen humor, permite echarse unas risas con Jesús.
Fue Juan Pablo II  quien al pedirnos que no tuviéramos miedo  nos animó a que estuviéramos contentos. De igual modo Francisco ha pedido a los fieles que no se dejen robar la esperanza, que es la joya de la corona de espinas del hombre, esa que quiere hurtarle el laicismo en su estrategia de arramblar con las cosas de valor que no están protegidas por el cristal antibalas de la fe.
La protección instantánea es posible incluso para los que han estado alejados de Dios. La conversión exprés agiliza el papeleo para compartir reino con el Altísimo. Lo sabe bien Dimas, el buen ladrón, que no pidió árnica, sino perdón, y recibió el salvoconducto inmediato para entrar por la del príncipe. Cierto que la puerta de acceso es estrecha, pero eso, lejos de ser un flaco favor a los fieles, aclara que hay que quitarse la grasa superflua, los pecados gordos, para alcanzar el cielo sin ningún peso encima. 

3 comentarios:

  1. Esta tarde han venido a ver dos buenos amigos: Uno de ellos,Pedro,me salvó la vida hace casi dos años bajándome del Pirineo a Zaragoza cuando estuve grave. El otro,José,es un nicaragüense bueno como el pan,que me ayuda en aquello que yo no puedo hacer de esfuerzos y que ahora busca trabajo... Dos hombres buenos y alegres. Han sido como ángeles para mí. Humanos y sencillos.No pido más. Un abrazo,Javier,.

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  2. Me tomaré un par de chupitos de aire a tu salud. Un abrazo.

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  3. Me alegra que tengas tan buenos amigos. Te los mereces.

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