viernes, 1 de febrero de 2013

Origen divino

Al laicismo geopolítico le interesa delimitar el nacimiento de Jesús y poner fecha y hora a la historia interminable para que la patria chica prevalezca sobre el origen divino. Trata de condecorar al libertador para quitarle las medallas al Mesías. Con un objetivo: utilizar el espacio concreto donde recibió las aguas bautismales para achicar la influencia allende los mares del que ni aprieta ni ahoga.
Pues pinchan en raspa, como acredita la adoración de Jesús en todas partes, sin que ninguna afirme tener en su poder la fe de bautismo. Lo que, por otra parte, sería inútil, ya que es obvio que, por ejemplo, no es nativo de España. Que Jesús no nació en Cataluña lo acredita que no se quedó con la moneda romana. Fue humilde, así que tampoco es de Bilbao. Ni andaluz, porque no necesitó señoritos. Y menos aún gallego, ya que habló tan claro que no hizo de la ambigüedad virtud. En cuanto a Madrid como cuna, la ausencia de chulería niega tal cosa. Además, Lavapiés no se llama así en homenaje al Maestro.
La ubicuidad de Dios es una cosa y su partida de nacimiento otra. La expansión del catolicismo está vinculada al soplo del Espíritu Santo, que sustituye por aire fresco el monóxido de carbono 14 que genera el viejo ateísmo en las mentes cerradas. Eso no significa que los Santos lugares estén en cualquier sitio. Significa que la universalidad del catolicismo otorga a Belén rango de aldea global.

2 comentarios:

  1. Atrapar al Señor para "domesticarlo" es tan difícil como querer retener agua en las manos;por mucho que la aprietes,se acaba marchando para regar la tierra.
    Los cristianos sabemos ver como un lugar sagrado aquél que los pies de Cristo pisaron porque él le dio ese valor,pero sabemos que igual está en Madrid,Nueva York,Soria o cualquier aldea perdida de Indonesia.
    Quienes lo quieren cercar no lo aman,sino desean destruir lo que Cristo manda amar.
    Buen viernes convulso,Javier.

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  2. En todas partes, en todos nosotros. Con nosotros. Un abrazo.

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