lunes, 11 de febrero de 2013

Jesucristo y la mujer

Del mismo modo que Delibes no aporta literatura a la cotidianidad, sino que, por el contrario, es el día a día de la tierra el que sustenta la escritura de este castellano viejo, así la Biblia no es un libro sobre la vida apuntalado por la fe, sino de la fe como origen de la vida. De ahí que su perfección no se sustente sólo en el estilo, sino también en su fondo trascendente, desde el que se articula el mensaje siempre nuevo enraizado en el antiguo testamento.
Nuevo y precursor. Por ejemplo, de los derechos humanos. Y de la igualdad entre sexos. Ahora que el feminismo ultra acusa a la Iglesia de misógina sería bueno recordar que Jesucristo otorgó a la mujer un rango equivalente al del varón en un tiempo en el que esta declaración de amor al prójimo era de guerra al estatus quo de la época.
Mucho antes de que las sufragistas batallaran para conseguir su derecho al voto, el Mesías les dio voz a las que después numerosos gobernantes han hecho enmudecer. Pues con la Iglesia han topado. Como quiera que el catolicismo exige al César que le dé a Dios lo que es de Dios, Manos Unidas, la versión caritativa de españoles por el mundo, desarrolla proyectos en femenino en países subdesarrollados para conseguir desterrar el machismo de sociedades que huelen que apestan a Varón Dandy.

2 comentarios:

  1. Eso se esconde torticeramente,amigo Javier. El Señor pone a la mujer en lugar preferente en la vida.
    La Madre del Señor es esencial en su vida,la prostituta rescatada de la lapidación es un fenómeno de defensa de la misma,la que pide al Señor agua que le quite la sed es para el Maestro alguien que cobra especial importancia,la Magdalena,las santas mujeres,la viuda de Naim...
    Negar la verdad es estar voluntariamente ciegos y querer cegar a los demás.
    Un abrazo,Jaiver.

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  2. Quien no quiere ver lo evidente, no es un ciego, es un maniqueo. Un abrazo.

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