De ahí que no se expliquen su renuncia. Desconocen que
Cristo crucificado enlaza con el Redentor por la corona de espinas y también
por los clavos. Es decir, linda con el cielo por la frente y por los pies, por
las alturas y por el descenso. Lo que explica la decisión del Sumo Pontífice de
sustituir el baldaquino de Bernini por un púlpito de padre desconocido desde el
que oficiará la Eucaristía en el monasterio Mater Ecclesiae, con una tropa de cuatro laicas
consagradas en el papel de guardia suiza de la paz.
Esto, escrito de otro modo, significa que aparentemente el Papa lo deja todo, pero realmente no deja nada porque a quien ora tanto le alumbra un candelabro como
dos velas. Lo dijo Jesús: quien busca, encuentra. No importa dónde: allí está Él con su mano tendida. Cosas de la ubicuidad, que más que es expansión es abrazo. Benedicto XVI
sabe bien que lo que diferencia a Dios del aire no es que esté en todas partes,
sino que bendiga, del ático al sótano, cada rincón de esta casa.
Otra vez vuelvo a mis recuerdos,amigo Javier. En mis años de jesuita,en mi comunidad eramos 12 religiosos(¡faltaba la figura de Judas,que el Señor sí estaba!),pues bien:
ResponderEliminarHabía dos directores de colegio(uno de ellos físico,P.Salat,el otro,profesor,P.Trías),un matemático de renombre,el P.Agustí,el superior,P.Fabregat,misionero venido del Chad,el maestro de novicios,P.Rambla,especialista en Ejercicios Espirituales,el promotor de vocaciones,P.Renau,el actual provincial de los jesuitas en la Tarraconense,entonces estudiante junior,el P.Magriñá,otro estudiante entonces,actual rector en Lérida,el P.Suñol,y dos novicios,yo mismo,y un seminarista mallorquín que entro con estudios eclesiásticos en la Compañía,Mariano Martinez,actual sacerdote en Palma de Mallorca...
Nombro a cada uno porque viviamos de nuestros trabajos,esfuerzos,austeramente.Yo era ya ATS y colaboraba con colectivos de ancianos mientras ampliaba estudios propios de la vida religiosa.
Podías ver encargarse de fregar o barrer al superior o a cualquiera de nosotros,gastar lo justo y justificar todos los gastos con recibo al ecónomo de la comunidad.
Miles de religiosos,monjas,sacerdotes y consagrados viven con sencillez incluso dentro de monasterios que son verdaderas obras de arte. Pero ya sabemos que es más fácil sembrar calumnias que alabar lo justo.
Por eso,el Papa,cuando deje el Pontificado,vivirá lo más modestamente que su condición le permita.
A estos toca narices les diría que den a Dios lo que es de Dios y al César lo que es del César y se dediquen a trabajar más que a incordiar,aunque supongo que mi consejo caerá en saco roto,en ese saco que cierran o abren según les conviene.
Un abrazo,amigo Javier.
Bueno, no creas que todo cae en saco roto. Creo que nuestra labor, la tuya, la mía, la de tantos, no es un disparo al aire. La alegría es expansiva. Un abrazo y buen sábado.
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