sábado, 16 de febrero de 2013

El mundo ante sí

El Papa permanecerá a partir de marzo escondido para el mundo, pero con el mundo ante sí para orar por él. No hay contradicción en el amor. Mucho antes de que el romanticismo sacara punta literaria al flechazo el corazón había tomado cuerpo en las epístolas de San Pablo, cuya sinopsis impregna la vida de los grandes católicos, como Benedicto XVI, cuyo lento caminar hacia el convento de clausura condensa la feliz mansedumbre de quien lleva con gozo una corona de espinas transmutada en aleluya.
El hermoso ejemplo del Sumo Pontífice es una tesis doctoral sobre la fe. El Papa teólogo da una lección magistral de humildad, la asesora principal del desprendimiento, eje a su vez del mandamiento nuevo que nos pide mirar más el dolor del otro que nuestro ombligo para desembocar en una preciosa conclusión: si quitamos la mota del ojo ajeno desaparecerá la viga del propio.
Esto explica que Benedicto XVI no camine encorvado por el peso del pecado, sino porque quiere liberarnos de él. De ahí que resulte tan mezquina la pretensión laica de que siga en carne viva al pie del cañón como ruin la conclusión de los que entienden que abandona la guardia. La lectura que hacen algunos de la renuncia esta dictada por la mala idea. No hay más que leerles el pensamiento para darse cuenta de que piensan en un Dios con minúscula. Lo que evidencia, pues la tratan con el pie, lo mal que andan de ortografía celestial.

2 comentarios:

  1. Lo de ver la viga en el ojo ajeno antes que la paja en el nuestro es de lo más humano,amigo Javier. Especialmente si es interesadamente. Es bueno que se nos corrija...pero cuando el que corrije,a su vez quiere correjirse y admite la corrección fraterna.¿He dicho fraterna?. ¡Ah,pero si es que no es fraterna su corrección,sino deseo de asimilación a sus presupuestos!.
    Bien,tengamos presente en estos momentos a S.Agustín cuando nos dice: "Ama y haz lo que quieras", que no es ama y haz lo que te dejen hacer...
    Un abrazo,Javier,buen sábado.

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  2. El Papa nos da un ejemplo de amor al prójimo. El que no quiera verlo tiene un problema.

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