viernes, 3 de enero de 2014

Versos sueltos


La abundancia de versos sueltos del PP se debe a la frustración que les ha quedado a determinados niños bien por no lanzar octavillas durante la dictadura. Tanto es así que en la actualidad no desaprovechan ocasión para marcar asonancia respecto a la dirección nacional. Sobre todo, en el tema del aborto. Ahora que el PSOE ha dictaminado que dar a luz es de ultraderecha, a fin de emparentar la explosión demográfica con Hiroshima, abundan los prebostes conservadores que aceptan, no ya Laika como animal de compañía, sino Gulag como lugar de veraneo.
Monago ha sido el último es mostrar su desacuerdo con el anteproyecto de ley que prioriza la vida sobre la voluntad por considerar que hace falta consenso sobre si el embarazo debe o no acabar en cuna. Monago queda así en su partido como un verso suelto, al modo en que quedaría en el Cara al sol una apostilla lírica de Jorge Semprún. Esto le gusta, seguro, porque el hombre asonante se cree único, es decir, mejor, debido a que confunde la rima con el convencionalismo. El problema es que en el PP son ya tantos los versos sueltos que cuesta encontrar a Góngora entre la hojarasca.

1 comentario:

  1. No hay nada peor que desear ser lo que uno no es y que eso nos lleve a ser unos acomplejados,pero diría que además es que no tienen nada claro en su interior.
    Y en cuanto a la vida,pocas bromas. O a favor,o en contra.
    Un abrazo.

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