miércoles, 15 de enero de 2014

Progresía y sexualidad

Para reducir el número de muertes de fetos en edad de merecer el ministro de justicia, Alberto Ruiz Gallardón, ha impulsado un proyecto de ley que da más importancia a la vida del cigoto que a la opinión de la progresía. Más que nada porque la progresía, al entender que el embarazo es un apartado de la sexualidad, considera que la mujer tiene el mismo derecho a abortar que a fingir un orgasmo.
Gallardón intenta con esta ley enrejar el segundo supuesto, el coladero sicosomático, sabedor de que España no hay dama embarazada a su pesar que no diga ser Juana la loca para escurrir el bulto, pero la progresía le llama machista. Y no sólo la española. El último en descalificarlo ha sido el líder de los socialdemócratas europeos, Hannes Swoboda, quien considera que la nueva norma se inmiscuye en el ámbito sexual, que a su juicio, es algo muy íntimo, en lo que se nota que no frecuenta las orgías. Es una pena que Swoboda desconozca la diferencia entre la caricia en la nuca y la cartilla de vacunación.

3 comentarios:

  1. En esto tengo las cosas muy claras: La vida es sagrada desde el primer momento. Llamar interrupción del embarazo al asesinato del nasciturus,con peligro de muerte añadido a la madre es ser cínicos.
    Por no utilizar palabras groseras,amigo Javier,no añado lo que pienso sobre las apreturas coitales con final feliz abortivo...
    Un abrazo.

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  2. Sí, mejor que no las utilices. Un abrazo y buen día.

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  3. Lo más triste de esto es ver que el mundo cambió las pastillas anticonceptivas por el aborto como método "anticonceptivo", obviando completamente que una vez el espermatozoide entra al óvulo ya hay vida. Dios nos guíe.

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