lunes, 16 de diciembre de 2013

Francisco y el marxismo

A mediados de los setenta un famélico hippy flautista que recaló en mi pueblo interpretó para un grupo de adolescentes desparramado a su alrededor una pieza para hambre y orquesta que había compuesto en homenaje a un amigo suyo, preso político en Cuba. La melodía sonaba bien, pero los muchachos le otorgamos rango de contaminación acústica porque para nosotros la voz de Fidel era entonces la versión guantanamera de habla, pueblo, habla.
Nos fue hasta mucho después cuando descubrimos que revolución o muerte no es una oración disyuntiva si se aplica en el contexto gramatical del marxismo. Por eso, para que no haya malentendidos derivados del calado social de su exhortación apostólica, Francisco aclara que la teoría de Marx sustenta una ideología equivocada, si bien puntualiza que ha encontrado buenas personas marxistas, que es un modo de sugerir que el hecho de que Rusia sea culpable no implica tener que enviar allí a la División Azul. Aún no hay reacciones oficiales del comunismo a la aclaración del Papa, pero por la primavera de Praga sabemos que el general invierno no tolera el cambio climático.

4 comentarios:

  1. El Papa es un hombre de largo recorrido.No ha nacido ayer ni se desayuna hoy encantado de haberse conocido.
    Supongo que sabe de lo que habla aunque lo diga con esa sonrisa de abuelete bonachón.
    Un abrazo.

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  2. Claro que lo sabe. No hay más que escucharlo para darse cuenta. Un abrazo.

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  3. O como dijo Churchill (que lo dijo todo, por lo visto), el marxismo es un magnífico diagnóstico, pero una pésima terapia.

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  4. Coincido con el estadista inglés. Y contigo. Un abrazo.

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