lunes, 16 de septiembre de 2013

Pastoral cubana

Al progresismo hay que reconocerle su capacidad para convertir determinadas frases en bien intangible de la humanidad, en dogmas laicos que hay que saberse de memoria para quedar bien en esos ambientes en los que se consume arroz con bogavante entre teorías proletarias. Y, sin embargo, no son tan redondas. Para desmontar, por ejemplo, el aserto de que debajo de los adoquines está la playa basta escarbar un poco: no es la de Ítaca la que descubres, más bien la de Bahía Cochinos. Lo que aclara que un anarquista no es más que un comunista disfrazado de hombre libre.    
Y ya que ha salido Cuba a colación viene a cuento otra frase con truco. La que pronunció el mayor de los Castro, Fidel, gran hermano de la isla, para advertir de que su país no daría un paso atrás ni para tomar impulso. Puede que en sus tiempos la táctica de no parar tuviera justificación, porque el pasado era Batista, pero está claro que ha llegado la hora de reflexionar. Así lo exigen los obispos caribeños, que piden en una carta pastoral al soviet cubano una perestroika con malecón que desemboque en libertad sin ira. Los prelados proponen también al gobierno que retome las conversaciones con Estados Unidos. Más que nada porque la isla no saldrá del coma mientras, con el embargo de por medio, no dejen de discutir si quien vive es Elvis o el Che.

2 comentarios:

  1. La Iglesia en Cuba creo que tiene un componente martirial claro.Me explico:no debe ser muy fácil vivir en un régimen como el castrista. Y mantener la fe en esas condiciones tiene mucho de heroico(por la fe,indudablemente)y de equilibrio.
    El beato Juan Pablo II,en su visita a Cuba hizo de pastor,de Papa,animando con la fe a los cristianos cubanos. Pidamos por ellos. Merecen vivir en paz.
    Un abrazo.

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