lunes, 9 de septiembre de 2013

El Siglo de las Luces y el Cristo de los faroles

La creencia errónea de que el Siglo de las Luces es cien veces mejor que el Cristo de los Faroles explica el complejo de superioridad francesa, sintetizado en la certeza gabacha de que las ideas, como lo niños durante el franquismo, vienen de París, cuna de la Ilustración, que es el ecosistema intelectual de los que no se santiguan. Entre los que destaca el ministro de educación galo, Vicent Peillon, quien ha anunciado que prohibirá que los alumnos católicos asistan a clase con crucifijos, lo que viene a ser como si a los estudiantes negros se les impidiera entrar a las aulas con el pelo rizado. 
Peillon dice que lo hace por el bien de la patria, para refundar la República desde primaria, pero en realidad es un intento burdo de descristianizar por completo a una población ya de por sí tibia en materia de fe. Mucho más que la española. De hecho, frente al diccionario panhispánico de dudas Francia propone como verdad absoluta a la Enciclopedia, que, la historia lo demuestra, lo mismo sirve para romper espiritualmente a un país que para descoser el humanismo cristiano, la costura fundacional de Europa.
Desde Stalin el fascismo de izquierdas siempre encuentra pretextos para justificarse. Los del ministro están desgranados en la carta de laicidad, según la cual la libertad de conciencia es derecho en los ateos y libertinaje de quienes no tienen uso de razón si la esgrimen los católicos. Lo que explica que al alumnado se le niegue el acceso al liceo con la camiseta de Cristo Vive, pero no con la imagen de una calavera.

4 comentarios:

  1. ¿Qué podíamos esperar de un colaborador de Holland?.
    Espero que las familias cristianas presenten batalla con el signo del cristiano portado sencilla y orgullosamente por sus hijos.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. En España ya lo quisieran hacer nuestros socialistas, pero no se atreven. Saben que la descristianización de nuestra sociedad - por la que ellos trabajan con saña hace muchos años- aún no es total y, por tanto, esa medida les quitaría votos y eso no lo pueden consentir.Por tanto, trabajan en la sombra sin desmayo, disimulan; una de cal y otra de arena, una de luces racionalistas y otra de faroles de Nuestro Padre Jesús. El arte del encubrimiento, de llamar blanco a lo negro. Muy progresistas, pero Canal Sur se muere con las romerías y procesiones. Pero en esas transmisiones jamás hablan de Dios. Parlotean sin descanso de arte barroco, de orfebrerías, de costaleras valientes, de miles de romeros que besan la medalla con los ojos en blanco, de masa humanas en busca de sus raíces, de sentimientos populares, de idolatrías varias: Pero jamás mencionan al Hijo e Dios que baja del cielo a tomar nuestra carne mortal y, en su sacrificio, su sangre solidaria nos redime, limpia y nos introduce en la eternidad.
    Lo de Francia no me extraña. Aquí lo seguirán intentando sin descanso, sibilinamente, con mentiras solapadas, embaucadoras, refinadas. No se atreven a ir por derecho. Pero no cejarán en su empeño. Ante eso tan solo nos vale llevar nuestra fe como bandera, no como arma arrojadiza, tampoco con cobarde blandura. Y será lo que tenga que ser, aunque creo, Javier, que nos esperan tiempos cada vez más difíciles a los creyentes. Los descubridores de las libertatdes ciudadanas no van a permitir que sigamos ejerciendo la nuestra. Nuestra Verdad los hace muy pequeños.

    ResponderEliminar
  3. Estoy muy de acuerdo contigo, Jabalcuz. Muy de acuerdo. Pero ganaremos nosotros.

    ResponderEliminar