miércoles, 30 de octubre de 2013

Modelos de progresía

El País reprocha a los dirigentes políticos más conspicuos de la izquierda sudamericana, los presidentes de Nicaragua, Venezuela y Ecuador, su catolicismo militante porque no cuadra con lo que aquí se espera de los herederos del Che, esto es, mandatarios en guerra permanente contra el soldadito boliviano y contra Dios nuestro Señor. Está claro que el periódico no entiende que desde una perspectiva cristiana el progresismo no es un signo de modernidad, sino un compromiso moral con los débiles que hunde sus raíces en el derecho natural, o sea, en el origen de los tiempos, y que se proyecta hacia el futuro al modo en que la siembra se proyecta hacia la siega.
La diferencia entre ambos modelos de progresismo queda patente en la forma en la que afrontan la cuestión del legrado. Hay pocas cosas más progresistas que una madre, cuna de los descamisados, pero en España el progresismo cursa como un modelo de conducta que prioriza favorecer el aborto a ceder el asiento a las embarazadas, mientras que en Latinoamérica la progresía sabe que gracias a la vida, es decir, gracias a Dios, uno nace o se hace de izquierdas.

1 comentario:

  1. Dios me libre de juzgar a nadie,pero si esos tres presidentes de países centro y sudamericanos que citas son católicos,yo soy académico de la RAE,amigo Javier.
    Ortega es un pájaro de cuenta,Maduro,idem de lo mismo,y el sr. Correas no le va a la zaga.
    Otra cosa es que El País no pierda ocasión de atacar a la Iglesia Católica porque ésta no comulga con sus ruedas de molino.
    El mayor amor hacia el otro es el del Evangelio. Jesús lo demostró y demuestra cada día.
    Un abrazo.

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